El Dr. Felipe Court, junto a los académicos Bruno Nervi y Margarita Calvo, relata los resultados de la terapia donde utilizan la metformina, una droga ocupada en pacientes diabéticos, como compuesto para reducir efectos secundarios que se producen en pacientes con cáncer, entre los que se cuentan el entumecimiento, el hormigueo y dolor en manos y pies.

La investigación comenzó hace 6 años, cuando el Dr. Felipe Court, director del Centro de Biología Integrativa U. Mayor, comenzó a colaborar con el Dr. Bruno Nervi, quien trabaja en el Centro del Cáncer de la Universidad Católica. A ellos luego se unió la Dra. Margarita Calvo, experta en dolor neuropático.

Así, luego de un tiempo, el equipo que incluía a estudiantes de doctorado, de medicina y varios investigadores, llegó a sus primeros resultados en laboratorio, que apuntaban a que la metformina, una de las drogas más usadas en la regulación de la glicemia en pacientes diabéticos, también tenía un efecto sobre la degeneración neuronal, una de las causas de la neuropatía por quimioterapia.

“Encontramos que la metformina, una droga que se utiliza en clínica y no tiene efectos secundarios importantes en personas sanas, podria reducir el dolor que desarrollan los pacientes con cáncer que son intervenidos con un quimioterapeútico como el oxaliplatino”, explica el Dr. Court, quien agrega que “lo más potente de este hallazgo realizado en modelos preclinicos de laboratorio es que se podría comenzar a probar en humanos por las características de la metformina, ya que no modifica la glicemia en personas sin diabetes y no interfiere con la quimioterapia. De hecho, aumenta su efectividad.

El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. En Chile, aproximadamente un 26% de las defunciones registradas en 2017 se atribuyeron a diversos tipos de cáncer, siendo la segunda causa de muerte más importante entre las personas de 65 o más años.

Ante esto, el académico agrega que “la principal herramienta que tenemos para evitar la mortalidad asociada al cáncer son compuestos conocidos como quimioterapéuticos. Este grupo de fármacos se utilizan por su capacidad de inhibir la proliferación celular y de esta forma evitar el crecimiento tumoral. Sin embargo, en ciertos casos los efectos secundarios que producen las terapias son tan agresivos que limitan su dosis y su tiempo de uso, llevando a la suspensión del tratamiento de quimioterapia e impactando de forma importante en la sobrevida del paciente”.

Por eso, para optimizar la eficacia del tratamiento y mejorar la calidad de vida del paciente, es imprescindible la identificación de fármacos que prevengan eficientemente los efectos tóxicos de las quimioterapias.

“Uno de los efectos secundarios más importantes es la aparición de neuropatías periféricas severas (NPS) que afectan la calidad de vida de los pacientes. Son típicamente dependiente de la dosis, por lo que puede afectar negativamente los resultados oncológicos forzando modificaciones de dosis y/o interrupción prematura del tratamiento”, dice Felipe Court. Y agrega: “La NPS se presenta como un síndrome agudo que aparece poco después a la administración de la quimioterapia, el cual consiste en parestesias distales o periorales y alodinia fría. El segundo efecto se produce por la acumulación de dosis e induce neuropatía periférica y se presenta como una neuropatía sensorial crónica”.

El curso de la NPS es impredecible, los síntomas pueden resolverse después de que la quimioterapia es descontinuada, o pueden continuar por años. Los síntomas incluyen entumecimiento, hormigueo y dolor en las manos y los pies. En muchos de los casos, estos síntomas neurosensoriales aumentan en intensidad, pueden persistir en el tiempo y a menudo incluyen dolor neuropático.

“Cuando se utiliza oxaliplatino como quimioterapeútico (siendo actualmente el tratamiento de elección para los cánceres gastrointestinales) la tasa de pacientes que informa NPS crónica es de 64-97% con al menos 12% con neuropatía severa”, explica Felipe Court, añadiendo que “la aparición de neuropatía periférica dolorosa durante el tratamiento bien puede requerir reducción de la dosis de quimioterapia o incluso cese, lo que limita los beneficios potenciales contra el cáncer y un gran impacto en la supervivencia del paciente. Los datos clínicos indican que más del 60% de los pacientes tienen que reducir o suspender oxaliplatino debido a este efecto secundario. Se han propuesto varias estrategias para prevenir o tratar la NPS con escaso éxito”.

Para leer el paper publicado en la Revista Neurobiology of Pain, ingresa aquí

Fuente: Diario Mayor

https://www.diariomayor.cl/investigacion/ciencia/1819-investigacion-director-del-cib-detalla-los-avances-de-su-investigacion-sobre-la-disminucion-de-neuropatias-provocadas-por-quimioterapias

05-06-2020